Daniela en búsqueda de sentido. Un ejercicio de relatividad y humildad

¿Habías escuchado hablar sobre el antropoceno?

Este término hace referencia a la era de los humanos. Si cogemos la historia de la tierra, que comienza hace 4.6 mil millones de años (4.6 billion years), podemos ver que los científicos han dividido esos años en eones, eras y períodos.

Los 4 eones se conocen como Hádico, Arcaico, Proterozoico y Fanerozoico. En este último es donde estamos actualmente y se divide en las eras que posiblemente has escuchado antes: paleozoico, mesozoico y cenozoico. Pero, ¿en dónde entramos los humanos?

A ver, me ha gustado mucho la forma de relativizar nuestro tiempo en la tierra de esta web llamada geodarte.com . Imagina que el tiempo total de la tierra fuese 1 año (365 días). El día 1 se creó la tierra, el 26 de diciembre se extinguieron los dinosaurios y el 31 de diciembre a las 14:30 surgió la especie de la que posteriormente evolucionaríamos los humanos. 3 segundos antes de fin de año llega Colón a América.

La discusión científica alrededor del “antropoceno”, lo que de verdad discute es si tiene sentido o no, definir una era alrededor de los humanos, quienes, si lo vemos en eras geológicas, literalmente acabamos de llegar.

Sentido…

Le atribuyo la incansable búsqueda de sentido a todos los innovadores del pasado que nos han resuelto la vida. Nos han resuelto la vida de tal forma que nuestro cerebro tiene que inventarse excusas para no ser feliz.

Nuestro nivel de singularidad no se correlaciona con el poder de nuestra mente. Nuestra mente quiere mucho más que lo que la vida nos puede dar. No somos humanamente capaces de pensar que simplemente vinimos al mundo como parte de la evolución para procrearnos como cualquier otro organismo vivo en la tierra.

Si ya sabes como soy ¿pa qué me invitas?. Tenemos la suerte y la desgracia de haber evolucionado como lo hemos hecho. De tener una mente muy compleja y con capacidades superiores a todo lo que ha nacido de la tierra (por ahora), una mente que siempre quiere más. y más.

Y dentro de nuestra complejidad hemos tergiversado el término felicidad.¿qué significa la felicidad en otras especies? ¿sentirán felicidad? ¿Tendrán esa capacidad? o ¿simplemente un caracol es feliz si logra vivir y reproducirse?

Somos la especie animal con mayor cantidad de necesidades. Intenta comparar una pirámide de Maslow con la pirámide del caracol. la del caracol no pasaría del primer o segundo escalón (digo segundo por darle el beneficio de la duda).

En fin, esto va de relativizar y de poner en perspectiva, solo de vez en cuando, nuestros problemas y nuestras necesidades. Y esto es solo mirándonos el ombligo. Imaginad si ahora incluimos todo el universo que nos ha mostrado Webb estos últimos meses. Wow. Se me eriza la piel y se me aguan los ojos. Me basta con tener la oportunidad de ser testigo del mundo y con la oportunidad de vivir.

Escribo esto desde mi habitación en el hotel Barceló en Valencia, España. Desde mi ventana puedo ver la Ciudad de la Ciencias y las Artes: un monumento a la búsqueda de sentido.

Siguiente
Siguiente

Sobre mi relación con la constancia